La ozonoterapia ha adquirido una gran importancia por su uso en múltiples áreas de la salud, sobre todo como complemento terapéutico para diversas enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo. De gran impacto ha sido el hecho de que puede desempeñar un posible papel en la terapia de la actual pandemia. Por tanto, el presente trabajo tiene como objetivo describir el uso de la ozonoterapia en el tratamiento de la COVID-19. Para ello, se realizó una revisión bibliográfica teniendo en cuenta la literatura científica de los últimos dos años a la fecha, en idioma español e inglés, utilizando los principales gestores de información como Scielo, PubMed y Scopus. Se seleccionaron 30 bibliografías, de ellas el 83 % actualizada. Fueron empleados en lo fundamental, los descriptores: ozono, ozonoterapia, COVID-19. Se concluye que la ozonoterapia es una terapéutica beneficiosa para la atención, prevención y rehabilitación de pacientes que padecen o han sufrido la COVID-19, debido a sus efectos antioxidantes, antiinfecciosos, antivirales, desintoxicantes, oxigenantes, inmudoladores y antiinflamatorios.

Introducción: Las diversas prácticas de la medicina tradicional desarrolladas en todo el mundo han contribuido enormemente a la salud humana, en particular como proveedores de atención primaria de salud al nivel de la comunidad, razón por la cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera como “el pilar principal de la prestación de servicios de salud, o su complemento”.

Objetivo: Identificar un conjunto de terapias propias de la medicina natural y tradicional, que son de utilidad en el enfrentamiento a la COVID-19.

Métodos: se llevó a cabo una búsqueda exhaustiva, lo cual demandó que se utilizarán como fuentes bibliográficas, un amplio conjunto de motores de búsqueda y bases de datos tales como: MEDLINE (NLM), INDEX MEDICUS, LILACS, Scielo, entre muchos otros. De igual forma se utilizó un amplio haz de descriptores y calificadores.

Resultados: Dentro de las principales modalidades utilizadas en el mundo se encuentran: la acupuntura, moxibustión, fitoterapia, apiterapia y homeopatía. Algunos de los usos terapéuticos de estas modalidades son: expectorantes, antihipertensivos, antinflamatorios, analgésicos, estimulantes inmunológicos, entre otros.

Conclusiones: Se concluye que frente a la nueva enfermedad   COVID-19; la medicina tradicional y natural a través de sus terapias puede colaborar, integrándose a la medicina occidental de forma preventiva, como tratamiento y en la rehabilitación, en nuestro país y en el mundo.

Introducción: Un nuevo brote de coronavirus emergió el pasado diciembre de 2019 en Wuhan, China, denominada COVID-19, convirtiéndose en pandemia y una emergencia de salud pública a nivel mundial. Los gobiernos trabajan para establecer contramedidas y detener consecuencias devastadoras. Al mismo tiempo, los científicos desarrollan vacunas para controlar el brote. Asimismo, los terapeutas especializados, han venido empleando la medicina ancestral o tradicional para combatir la enfermedad, que ha jugado un papel importante en respuesta a COVID-19.

Objetivo: Analizar los avances recientes en cuidados mediante el uso de la medicina ancestral frente al COVID-19.

Métodos: Se aplicó la metodología PRISMA y revisión sistemática. Las plataformas de búsqueda que se usaron fueron ISI Web of Science, Science Direct, PubMed y Google Scholar. Se realizó una búsqueda sistemática hasta el 31 de enero de 2021.

Conclusiones: El uso de la medicina tradicional como medidas terapéuticas frente a SARS-CoV2, puede proporcionar una alternativa en cuidados y tratamientos, y se sugiere trabajar conjuntamente con la medicina convencional de una manera complementaria e integrativa, de esta manera, actuar de manera correcta frente al COVID-19. Por lo tanto, las intervenciones mediante la medicina ancestral, han sido potencialmente prometedoras. Sin embargo, las evidencias de su eficacia, aún es insuficiente. Se necesitan más ensayos y revisiones en el futuro.

Mucho se ha escrito sobre la pandemia de la COVID-19, una enfermedad que azotó al mundo, a la vida de los seres humanos, la economia de los pueblos y la cotidianidad y que aún persiste.

Científicos de múltiples países buscan soluciones ante la enfermedad, que en cada rebrote muta y aumenta su nivel de contagio. Trabajar en la zona roja o en la blanca, significa un gran riesgo para el personal de salud y evitar las gravedad e incluso la muerte, puede afectar a cualquier persona sin distinción de sexo, color de la piel o edad, es una ardua tarea que no cesa.